¿Cómo prevenir y tratar la mayoría de problemas de conducta en el gato doméstico?
«Problemas de conducta» no es la expresión que más me gusta. La pongo aquí porque es la que más se suele usar. Hay que tener en cuenta que la mayoría de conductas que nos molestan de los gatos no indican la existencia de un problema médico, a menudo son conductas normales de la especie. Teniendo esto en cuenta, sería más acertado hablar de conductas o comportamientos indeseados, que de problemas. Las conductas más habituales por las que los tutores (comúnmente conocidos como propietarios) de los gatos buscan ayuda profesional son: orinar o defecar fuera de la bandeja (sea por marcaje u otra causa) y agresividad, a personas (desconocidas o miembros de la familia) o a otros gatos con los que conviven.
Es curioso como, cuando hablo con veterinarios y con amantes de los gatos en general, la frase más habitual que escucho es: los gatos son muy complicados. Más que complicados, son desconocidos. Es curioso como en nuestra sociedad se valora la conducta de los gatos comparándola con la de los perros . Obviamente, las tensiones por conductas que no entendemos y la frustración por no obtener resultado de las técnicas de educación o adiestramiento (que se nos ocurren en primera instancia), no tardan en llegar.
Para entender la conducta del gato deberíamos hablar de su historia en general y en relación a su comportamiento social en particular.
Comportamiento social de los animales
Según Tomàs Camps:
Comportamiento social: Todas aquellas conductas que un individuo dirige hacia otros miembros de su especie.
Sociedad: Grupo de individuos de una misma especie que están organizados de forma cooperativa, más allá de la época de apareamiento o migración.
Es decir, los animales se pueden organizar en grupos sociales para obtener una serie de ventajas como evitar ser cazados, conseguir alimento, reproducirse y cuidar a las crías. Estas ventajas compiten con la desventaja de la competición por recursos cuando estos son limitados.
El tipo de presa que se caza define en gran parte el comportamiento social de la especie.
El gato es un animal que empezó a tolerar la presencia de otros gatos, fuera de las épocas de apareamiento, cuando el ser humano inició la agricultura. El hecho de almacenar grano en lugares concretos hizo que las presas naturales de estos felinos se concentraran en gran cantidad en estos puntos. Los gatos mantuvieron su tendencia de cazar en solitario pero debido a la abundancia de recursos, aprendieron a tolerar la presencia de otros miembros de su especie.
En general, las colonias felinas en las ciudades están formadas por hembras emparentadas que se ayudan mutuamente en la cuida de las crías, con machos en la periferia, que defienden territorios de tamaños proporcianales a su nivel de testosterona.
¿Qué aplicación práctica podemos extraer de esta información?
Si queremos que uno o varios gatos tengan un buen bienestar en un domicilio, una de los aspectos que debemos cubrir es que haya suficiente número de recursos, que sea un entorno parecido al de un granero y si tenemos machos, tenerlos castrados. En ocasiones, hay gatos que toleran vivir en el mismo domicilio sin conflictos pero en territorios separados.
Aparte de esto, es MUY importante que el protocolo de introducción de un nuevo miembro a un grupo ya formado sea llevado a cabo de manera muy rigurosa para evitar conflictos de muy difícil solución una vez ya iniciados.
Para más detalles sobre el número de recursos necesarios, el tipo y ubicación de los recursos en el domicilio, el protocolo de introducción o el tratamiento a conflictos sociales ya iniciados y en general todo lo necesario para prevenir o tratar las conductas indeseadas en gatos más habituales, ven al seminario en Alaquàs, Valencia.
Fuentes:
Tomàs Camps