Problemas de conducta en el perro anciano y cómo le podemos ayudar a disfrutar de un buen bienestar en sus últimos años.
Conforme va avanzando la ciencia la esperanza de vida de los perros mejora, aumentando así la probabilidad de que aparezcan problemas relacionados con el envejecimiento, algunos de ellos observables por que producen cambios en su comportamiento. Al aparecer problemas de conducta debemos evitar en todo momento pensar que son inherentes a su edad y que poco podemos hacer. Los problemas de conducta en el perro anciano no sólo se pueden sin que se DEBEN prevenir y en su caso, diagnosticar y tratar. Normalmente son indicativo de alguna causa orgánica (enfermedad) que produce una disminución en su bienestar.
¿A partir de qué edad podemos considerar un perro como anciano? Aproximadamente:
- Razas grande: 7-8 años.
- Razas medianas: 10 años.
- Razas pequeñas: 12 años.
El envejecimiento reduce la capacidad del individuo a la hora de adaptarse a cambios en el entorno. Si entendemos el estrés como el esfuerzo adaptativo necesario para estar en equilibrio con el entorno, al envejecer, los mecanismos del estrés que se activan al aparecer un cambio (secreción de glucocorticoides entre otros) tardan más en desactivarse, manteniendo durante más tiempo (que cuando era más joven) un nivel alto de estrés. Este esfuerzo de adaptación puede generar cambios en su conducta. Es decir, aunque el entorno no haya cambiado considerablemente, al llegar el perro a edades avanzadas las rutinas que han funcionado siempre pueden no ser adecuadas a partir de ese momento. Los problemas de conducta más habituales que pueden aparecer los podemos dividir en dos grandes bloques:
- No relacionados con el envejecimiento cerebral.
- Relacionados con el envejecimiento cerebral.
Para poder diagnosticar correctamente debemos hacer un abordaje mixto: historial etológico + pruebas médicas básicas.
1. Los problemas de conducta que podemos observar son:
- Destructividad
- Vocalización
- Eliminación
Estos problemas de conducta pueden darse como empeoramiento de un problema de conducta que ya presentaba el perro durante toda su vida (fobias o agresividad, p. ej.), puede aparecer al llegar a la vejez o bien puede haber disminuido la tolerancia de la familia frente a una conducta ya existente (al llegar un bebé, p. ej.). En general están relacionados con un aumento de estrés y/o acompañados de patologías o alteraciones sensoriales.
¿Cómo podemos actuar para ayudar a un perro anciano?
Teniendo en cuenta que su gestión de estrés ha empeorado, las pautas a seguir deberán ir encaminadas a mantener niveles bajos de estrés, generando un entorno predecible y controlado:
- Evitar cambios bruscos en el entorno.
- Más frecuencia de paseos.
- Paseos más cortos.
- Facilitar el descanso: acceso a zonas soleadas de día, evitar luz artificial en zona de descanso de noche, rutina estable, zona de descanso cómoda…
- Si hay pérdida de visión, poner ambientadores de olores diferentes en las habitaciones donde normalmente se mueve para facilitar su orientación. Recomendable también poner una esterilla en el suelo para indicar el camino.
- Si hay escalones en casa, poner una rampa.
- Nada de castigos (aunque esta pauta debería seguirse con cualquier edad del animal).
- Evitar cambiar de sitio el comedero, el bebedero y las camas.
2. Relacionados con el envecimiento cerebral.
- Demencia vascular por falta de oxígeno en el cerebro. Algunas cardiopatías pueden provocarlo.
- Fallo en la producción de energía de las mitocondrias neuronales. Conocido como «Síndrome de disfunción congitiva (SDC)«. La equivalente en personas es el Alzheimer.
Desgraciadamente, al igual que en las personas, la única manera de diagnosticarlo de manera definitiva es a través de un análisis post-mortem. Antes de su fallecimiento debemos, como mínimo, hacer un diagnóstico presuntivo en virtud de los cambios observables en su conducta y una analítica básica.
Parece ser que entre un 14 % y un 35 % de perros mayores de 7 años pueden sufrir de SDC, pero sólo un 1’9 % son diagnosticados. Al igual que pasa con el Alzheimer en las personas, no existe ningún tratamiento que revierta el proceso de muerte neuronal pero sí lo hay para relentizar el avance, de ahí la importancia en realizar un diagnóstico precoz. Según recomienda Tomàs Camps en el máster de etología clínica de la U. A. B., es recomendable pasar un cuestionario a propietarios de perros de más de 7 años, antes de esperar a recibir quejas por su conducta, para poder detectar a tiempo el SDC y así poder empezar un tratamiento que mejorará considerablemente la calidad de vida del perro.
El cuestionario debería incluir las siguientes preguntas:

Por tanto, el diagnóstico del SDC en el perro anciano deberá ser a través de un cuestionario que detecte si hay alguno de los siguientes cambios en su conducta:
- Desorientación.
- Interacción con la familia alterada. Evita o busca el contacto más de lo habitual.
- Sueño alterado. Duermen de día y deambulan de noche.
- Hábitos de eliminación perdidos.
En los casos muy avanzados podremos observar:
- Déficit propioceptivo.
- Ceguera central.
- Sordera central.
También deberán descartarse otras causas de estos cambios en la conducta y se podría realizar un test cognitivo (difícil por su complejidad y duración) (Landsberg & Araujo, 2005), detectar biomaracadores de beta amiloides en el plasma sanguíneo y/o realizar una resonancia magnética nuclear (Su et al, 1998).
Tratamiento del SDC
El tratamiento para los problemas de conducta del perro anciano deberán ir enfocados en 4 direcciones:
- Pautas de comportamiento.
- Cambios ambientales.
- Nutracéuticos.
- Fármacos.
1.
- Juego señalado.
- Obediencia básica.
- Uso de juguetes dispensadores de comida.
- Uso de juegos cognitivos.
2. Esterillas, ambientadores, rampas… (Ver arriba)
3. Hay nutracéuticos que tiene propiedades de reparación neuronal, actividad antioxidante y favorecen la función mitocondrial como el AKTIVAIT (Araujo et al, 2006; Osella et al, 2007; Head, 2007), otros refuerzan las membranas neuronales y favorecen la comunicación entre neuronas como el SENILIFE, este último administrado con Gingko Biloba mejora la memoria (Araujo et al, 2008). También hay algunos piensos que podrían ser recomendables.
El uso de nutracéuticos está muy recomendado, debido a la falta de efectos secundarios, cuando la detección del SDC es precoz.
4. Antes de dar ningún fármaco hay que tener en cuenta ciertos aspectos:
- Se debe hacer una revisión médica que incluya un análisis de sangre.
- Asegurarnos que no toma algún fármaco o presenta patologías incompatibles.
- Nunca serán la única opción de tratamiento. Irán siempre acompañados de las pautas de modificación de conducta comentadas.
- Asesoramiento llevado a cabo por un etólogo.
La administración de fármacos busca recuperar los niveles de neurotransmisores disminuidos por el SDC.
El fármaco más recomendado es la Selegilina: Es un fármaco dopaminérgico que inhibe la monoaminoxidasa B. Se usa en humana para tratar la enfermedad del Parkinson. Tiene efectos antioxidantes y neuroprotectores. Debemos evitar su uso junto con Amitraz (presente en algunos collares antiparasitarios), fármacos serotoninérgicos, presencia de cardiopatías o comportamientos agresivos existentes (desinhibe conducta).
En algunos casos se podrían dar fármacos serotoninérgicos como la fluoxetina.
Si el sueño está alterado se podrían usar benzodiacepinas, antihistamínicos o melatonina (30 minutos antes de ir a dormir).
Si consideras que el artículo le puede resultar interesante a alguien más, te invito a que lo compartas.
En otro artículo hablaré del dolor y los efectos, directos e indirectos, en la conducta. Ya también sobre los problemas de los gatos
Nota: La información del artículo ha sido extraída en gran parte de Tomàs Camps en el máster de etología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Foto: animalmascota.com
Muy buen artículo, muchas gracias. Se agradece cuando los datos se apoyan en estudios científicos. Acaban de diagnosticarle deterioro cognitivo a mi perro de casi 13 años y aunque sea consciente de que es mayor, quiero hacer todo lo posible por darle calidad de vida. Hemos empezado con Aktivait, a ver qué tal responde. Un saludo.
Gracias por tu comentario.
Además de darle Aktivait, cread una buena rutina de estimulación cognitiva: diferentes entornos, socialización con perros, juegos de olfato y de resolución de problemas, diferentes alimentos (sabores, olores y texturas)…