En EUREKAN! COMPRENDO A MI MASCOTA consideramos que uno de los momentos que más influyen en la conducta general de los perros es el momento del paseo. Es esencial que sea de calidad para poder adiestrar o educar correctamente a nuestros perros. Esta es la primera parte de una serie de consejos relacionados con el paseo canino.
Si mi perro tiene espacio en casa donde poder correr y hacer sus necesidades ¿es imprescindible pasear con él a diario?
Muchos propietarios creen que la respuesta es no, pero como explicaremos a continuación, veréis que pasear a diario es totalmente necesario para cualquier perro. A lo largo de tres artículos, trataremos de explicar la importancia del paseo, además de cómo conseguir un paseo de calidad.
Hay perros que no pasean nunca, por ejemplo, muchos de los perros que viven en chalets o casas con terreno. También algunos perros de raza pequeña, que viven en pisos y les han enseñado a utilizar un periódico o empapador para hacer sus necesidades.
Muchos dueños creen que si el perro tiene espacio para correr, es suficiente. Pero hay dos factores, entre otros, que hacen que pasear sea una actividad necesaria, en la rutina diaria de cualquier perro, para su bienestar físico y emocional.
+ El primer factor es la interacción social.
Los perros necesitan relacionarse con otros seres vivos, especialmente con los de su misma especie. Esto se entiende fácilmente, ya que ocurre exactamente igual en el ser humano: somos animales sociales y por tanto necesitamos interactuar con gente (amigos, familia, compañeros de trabajo, incluso con desconocidos) para mantener un equilibrio emocional. Podemos ser tímidos o muy extrovertidos, pero todos necesitamos relacionarnos con otras personas. Los perros son sociales, igual que el ser humano, por lo que deberán igualmente relacionarse con perros y otras especies animales.
– Interacción con otros perros: Incluso aunque tengamos más de uno en casa, es importante que se relacionen con diferentes perros. Por otra parte, aunque nuestro perro tenga mucho contacto social con personas, estas no pueden sustituir a su propia especie.
Si el perro muestra problemas de conducta en su relación con otros perros, se recomienda llamar a un especialista para tratarlo. El especialista (adiestrador canino o etólogo) dará las pautas necesarias para la modificación de conducta, y mejoraremos así la calidad de vida de nuestro animal.
– Interacción con el propietario: Pasear con perros es la mejor manera de reforzar el vínculo con su propietario. Podemos aprovechar ese momento para jugar, enseñar obediencia o simplemente disfrutar de la compañía mutua.
– Interacción con otras personas y especies animales: Personas que saludan a nuestro perro, palomas, gatos… ¡la calle está llena de diferentes y atractivos entretenimientos!
+ El segundo factor a tener en cuenta es el olfato
Poder olfatear y buscar nuevos olores es para todos los perros una necesidad de conducta, tan importante como el contacto social. El olfato de los perros es tan agudo y sensible que, a los humanos, nos cuesta hacernos idea de hasta qué punto perciben cosas que no podemos ni imaginar.
Si el perro nunca sale del jardín, terreno o piso, como los olores que hay allí no varían, llegará un momento en el que no tendrán nada nuevo que olfatear. Por tanto, necesita salir a la calle para cubrir esta necesidad.
Además, debemos dejar que nuestro perro olfatee todo lo que quiera, especialmente las deposiciones de otros perros. A lo largo de mi experiencia laboral, he encontrado muchos propietarios a los que les disgusta que su perro se acerque a un pipi, por miedo a que se ensucie. En estos casos, lo que recomendamos es limpiarle el hocico al llegar a casa. Que nosotros consideremos esto una conducta poco higiénica, no es motivo para no permitir a nuestro perro, ser perro.
Además de estos dos factores, hay otros motivos por los que los perros, independientemente de su tamaño y del entorno en el que viva, debe pasear a diario. Los perros, si llevan todo el día encerrados en casa, necesitan entretenerse. Imaginad que vivís en una casa enorme, con un jardín precioso. La mayor parte del día la pasáis solos. No hay internet, teléfono ni televisión. ¿Cuánto tiempo aguantaríais sin salir? En cambio, pretendemos que los perros estén en el jardín, con una pelota y un mordedor para entretenerse, y que así pasen día tras día. Luego nos extrañará que hagan destrozos, que ladre en la valla como loco, u otras conductas típicas de perros con falta de estimulación mental.
Por tanto, ya tenemos clara la importancia que tiene pasear con perros, y cómo ayuda a la hora de prevenir y tratar cualquier problema de conducta. En próximos artículos, hablaremos de cómo conseguir que la actividad de pasear con perros sea agradable, tanto para el perro como para el dueño.
El paseo no es solo salir a la calle y andar, sino que éste debe cumplir unos requisitos para que sea agradable tanto para el perro como para el dueño. El objetivo del paseo es que el perro se relaje, y no que se excite más. Hay dos aspectos básicos para conseguir un paseo de calidad: que no haya tensión de correa (lo cual no implica que deba caminar pegado a la pierna del propietario) y dejarle olfatear todo lo que él quiera.
Además, recomendamos:
• Rutina diaria:
El paseo debe realizarse a diario y, si nuestros horarios lo permiten, a la misma hora del día. Si solo paseamos a nuestro perro de manera eventual, saldrá de casa excesivamente nervioso por la novedad, o asustado porque no está habituado; esto hará que tire de la correa, ladre o se comporte de manera inadecuada para nosotros, haciendo que el paseo sea poco agradable para todos.
Si un día tenemos menos tiempo, simplemente hacemos el paseo más corto. Pero recomiendo no saltarse el paseo, ya que el día que no pasea, no se cumplen sus expectativas y esto genera frustración. Esta frustración puede hacer que ese día nuestro perro se porte “peor” (destrozos, por ejemplo). Los perros son animales de rutinas, y que éstas se cumplan les ayuda a estar más tranquilos, en general.
• Duración del paseo:
Esto dependerá de muchos factores, como la edad del perro, su nivel de actividad, si tiene alguna lesión o problema de salud, si presenta algún problema de conducta, etc. Es tan negativo que el paseo sea demasiado corto como que sea excesivamente largo. Paseos largos son causa habitual de destrozos, por ejemplo. Podemos decir que, en general, para un perro adulto sano está bien pasear una hora al día, aunque esto se adecuará a cada individuo. Dependerá, igualmente, del entorno por el que se le pasee.
Si tenemos poco tiempo, siempre será mejor pasear veinte minutos a diario que no pasear en absoluto.
• Entorno:
Si se vive en la ciudad, recomiendo variar la ruta de paseo, para que nuestro perro pueda descubrir nuevos olores, aunque al igual que con la duración del paseo, dependerá de cada perro la variabilidad ideal en la cantidad de estímulos recibidos diariamente. En la medida de lo posible, lo llevaremos a entornos naturales (campo, mar o montaña). Podemos recurrir a parques, en su defecto. En las ciudades cada vez hay más zonas habilitadas para poder soltar al perro con seguridad (aunque todavía hay mucho que mejorar en estas infraestructuras).
Si se vive en el campo, recomiendo igualmente habituar al perro a zonas urbanas y a pasear atado con la correa, para que pueda acompañarnos a cualquier sitio que queramos ir.
Si, por motivos de salud, laborales o familiares, no podemos pasear a nuestro perro, siempre tenemos la opción de contratar a un paseador de perros. En este caso, debemos asegurarnos de elegir a un buen profesional, que pasee de manera adecuada con nuestro perro.
Como ya hemos comentado, el objetivo no es que salga a la calle, sin más, sino que estas salidas sean agradables, relajantes y estimulantes. De cualquier modo, y aunque la opción de un paseador es útil en algunos casos, lo ideal es que seamos nosotros mismos quienes paseemos a nuestro perro.
Conociendo ya por qué y cómo hay que pasear con perros, hablaremos de los artículos necesarios para el paseo y de posibles actividades durante éste.
Una buena correa puede ser la correa multiposiciones: se trata de una correa fija (no extensible) pero con diferentes enganches, lo que permite darle más o menos longitud y, a la vez, tener un buen control sobre el perro.
No debemos pretender que nuestro perro vaya todo el tiempo en posición de “junto”: el paseo es para relajarse, olfatear e investigar. Para un paseo de calidad, es necesario que no tire de la correa, pero esto no implica que deba ir pegado a nuestra pierna. Puede andar delante de nosotros, si él quiere, siempre que sea de manera tranquila.
En cuanto al collar, si el propietario maneja la correa adecuadamente (sin tirones ni tensión de esta), podemos usar tanto collar fijo como arnés convencional. En las razas “chatas”, como carlino o bulldog, puede ser mejor un arnés.
Si el perro tira de la correa, recomiendo usar un arnés anti-tiro con enganche al pecho (y no al hocico), además de seguir unas pautas adecuadas para enseñarle a no tirar de la correa al pasear.
Evitaremos siempre collares de ahogo o correas excesivamente cortas. Debemos evitar también tirones secos de correa, a modo de correcciones. Hay maneras más amables y eficaces para enseñarle. Pero, dado que esto nos daría para escribir otro artículo, no entraremos ahora en ello.
En cuanto a juegos, hay muchas opciones. Los más habituales son el juego con otros perros, o lanzar la pelota. En ambos juegos es importante controlar el nivel de excitación, ya que un exceso de excitación (en general) puede conllevar problemas de conducta.
Pero también es muy recomendable, y menos frecuente, practicar juegos de olfato con los perros (búsqueda de “premios” en la hierba, por ejemplo) o realizar obediencia (siempre que se haga con técnicas adecuadas y en positivo).
Ambas actividades son grandes herramientas de estimulación mental, que ayudan a los perros a estar más tranquilos, además de reforzar el vínculo con el propietario.
Si pese a todos estos consejos, no conseguimos un paseo tranquilo, recomiendo recurrir a un profesional. Detrás del aparente mal comportamiento de nuestro perro, puede haber algún problema de conducta grave (como miedo o agresividad); o simplemente, puede que le estemos dando unas rutinas poco adecuadas y por eso esté excesivamente nervioso o excitado. Sea cual sea el problema, probablemente tiene solución. Así, podremos pasear tranquilamente con nuestro perro y disfrutar de su compañía no solo en casa, sino en cualquier sitio a donde queramos ir con él.