Elige nombre para tu perro

Todos los que en algún momento hemos decidido adquirir un perro, bien comprándolo, bien adoptándolo (a través de un familiar, recogiéndolo directamente de la calle o a través de una protectora); bien para que simplemente nos haga compañía o para realizar un buen adiestramiento con él; hemos pasado cierto tiempo pensando y posiblemente buscando en internet u otro medios, qué nombre le podemos poner. La elección del nombre podría parecer algo banal, pero según el criterio que utilicemos, podría afectar negativamente a la vida del can.

Agradecimiento a los adoptantes de perros

Antes de entrar en detalle, deseo hacer un inciso para agradecer a todos aquellos que han preferido adoptar a un perro que han encontrado abandonado en la calle o que se han desplazado a una protectora para ello. El hecho de tratar a los perros como objetos en vez de tener en cuenta que tienen un sistema emocional casi idéntico al nuestro hace que las protectoras, a las que tampoco puedo dejar de agradecer la agotadora pero necesaria labor que hacen,  estén masificadas, con los perros hacinados, esperando a un futuro mejor. Como ejemplo, en MODEPRAN (www.modepran.com), la asociación protectora que gestiona los animales abandonados de los municipios de Paterna y Valencia, que no contempla el sacrifico como modo de gestión, tiene entre 500 y 600 perros sin hogar en sus instalaciones.

Recomendaciones para escoger nombre de perro:

  • Debe ser corto. Máximo dos sílabas. Cuando llamamos a nuestro perro debemos tener la seguridad de que nos está entendiendo, un nombre largo podría confundirle. Además, hay que tener en cuenta que los perros aprenden por asociaciones a eventos que ocurren en el preciso momento que aparece el comportamiento, un nombre largo podría dar como resultado un desfase en el comportamiento y su consecuencia, lo que influiría negativamente en su aprendizaje.
  • Debe ser fácil de pronunciar. Para que podamos decirlo sin tenernos que para a pensar previamente.
  • Muy importante: está demostrado que si elegimos un nombre que por sí mismo tiene una connotación emocional (positiva o negativa), influirá en el modo en el que las personas se relacionarán con él, arrastrando en muchas ocasiones a sus perros a su percepción previa del carácter de nuestro perro.  Es decir, si queremos que el prejuicio al comportamiento del can sea positivo o neutro, evitaremos usar nombres como: Satán; Diablo; Brutus; etc.
  • Evitar usar nombres que suenen casi igual que algunas señales a comportamientos que les podemos pedir que realicen. Os pongo un ejemplo: Yo mismo he llamado Dick al último perro que ha entrado en mi familia, eso me ha supuesto tener que usar la palabra “sienta” en vez de “sit” para evitar que confunda su nombre con la señal al comportamiento de sentarse.

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