Prácticamente todos los propietarios que tienen perros grandes se ven en la necesidad de saber cómo adiestrar a su perro a que salude sin saltar.
Para un perro es natural buscar la cara para saludar. Es un comportamiento natural, sobre todo en cachorros y perros jóvenes. Desgraciadamente, la misma persona que puede enfadarse con el propietario por tener un perro grande que salude de esta manera ha reforzado al mismo perro cuando era cachorro, acariciándole al hacerlo. Un ejemplo más de nuestra incoherencia en la relación con los perros. Ahora podéis imaginar lo que pienso si para modificar el comportamiento comentado, utilizamos algún tipo de castigo como un NO!, un tirón de correa o un rodillazo (esto último para algunos es un gran refuerzo). Además, aparte de la falta de ética en la técnica de castigo podemos generar problemas graves como miedo a personas y en última instancia, agresividad.
Para conseguir la modificación de conducta (cambiar un comportamiento que ya se está produciendo por otro deseado), lo primero que hemos de hacer es dejar de reforzar el comportamiento indeseado. El refuerzo en este caso se produce en el momento en el que el perro consigue tener contacto con la persona en cuestión. Una vez sabemos evitar el error más importante de base, veamos a continuación cómo adiestrar un perro a saludar personas sin saltar. Hemos de diferenciar si el perro salta para saludarnos a nosotros (el propietario) o a otra persona.
1) Saludo al propietario.
Como comentaba, lo primero es dejar de reforzar: no miraremos, hablaremos ni, por supuesto, tocaremos al perro. Cuando intuyamos que nos va a saltar (en el momento que baja el tren delantero para coger impulso o cuando veamos que se acerca a nosotros con esa actitud), nos giramos, indicándole así en su lenguaje (señales de calma) que nos molesta su actitud. En el momento que ponga sus 4 patas en el suelo, le hacemos caso o le damos un premio de comida. Si vuelve a saltar (lo más probable al principio), nos volvemos a girar y repetimos la secuencia. Si insiste varias veces seguidas, nos apartamos del perro unos minutos (cerramos una puerta y dejamos al perro al otro lado o lo atamos a algún elemento firme).
Una excelente opción es enseñarle un comportamiento alternativo incompatible con el comportamiento indeseado, por ejemplo, el comportamiento de sentarse a la orden (ver inciso) y cuando veamos que va a saltar le decimos «sienta» y si es necesario, le ayudamos con un trozo de comida (repitiendo el proceso que usamos para enseñárselo). Si hacemos esto cada vez que nos encontramos con el perro, no tardará mucho en sentarse cada vez que nos vea y quiera saludarnos.
INCISO.- Cómo enseñar a un perro a sentarse cuando se lo pedimos.
Primero construimos el comportamiento: sin decir nada, llevamos un trozo de comida cerca de su nariz y lo movemos hacia arriba y hacia atrás, dándole el premio una vez pone el culete en el suelo. Una vez comprobamos que haciendo esto varias veces, se sienta, ya le podemos «poner nombre» al comportamiento. Si le decimos «sienta» sin hacer esta comprobación y el perro no se sienta, luego será mucho más difícil que asocie esta señal verbal con el comportamiento que queremos.
En segundo lugar: decimos «sienta», ¡sin enseñarle la comida ni movernos! y LUEGO repetimos el paso anterior (es muy curioso lo extremadamente difícil que puede llegar a ser para algunas personas hacer estas dos cosas por separado). Al sentarse decimos «bien» y le damos el premio.
2) Saludo a otra persona.
De nuevo os recuerdo que lo primero es evitar el refuerzo al comportamiento de saltar. Para evitar el contacto con la persona debemos llevar al perro cogido con la correa. Si estamos dentro del domicilio y viene una visita, le ponemos la correa antes de que entre. Al aparecer la persona le decimos que no haga caso al perro hasta que se siente, cogemos con la fuerza necesaria la correa para que aunque salte no pueda tocar a la persona, le decimos que se siente y esperamos unos segundos sin repetir la orden / señal. Si vemos que le cuesta sentarse, repetimos el proceso que seguimos para enseñarle el sentado usando un trozo de comida suculento para ello. Una vez se sienta le decimos a la persona que puede saludar al perro. Lo más probable es que el animal vuelva a saltar, en ese caso, apartamos al perro y repetimos el proceso cuantas veces sea necesario.
Este artículo está basado, en parte, en el artículo de Virginia Gallego, una gran profesional del mundo canino: http://vet-trainer-canarias.blogspot.com.es/2014/11/como-ensenar-mi-perro-no-saltar-sobre.html?m=1
Bueno, espero que os sirva de ayuda.
Un saludo a tod@s y gracias por leernos.
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