TRUCOS Y CLAVES EN EL ADIESTRAMIENTO CANINO PARA QUE LOS PERROS ADOPTADOS SE ADAPTEN CORRECTAMENTE A SU NUEVO ENTORNO
Es curioso que cuando compramos un aparato electrónico para nuestro hogar, nos lo dan con un manual de instrucciones para poder disfrutarlo para la función que fue creado, en cambio, cuando compramos o adoptamos un animal, en el mejor de los casos, nos dan un par de consejos sobre la marcha. Debido a esto y en demasiadas ocasiones, la familia adoptante actuando de buena fe pero completamente falta de conocimientos, sigue unas pautas de adiestramiento poco adecuadas, agrava el estado emocional del perro adoptado y contribuye a que surjan problemas de comportamiento. No hay que olvidar que es infinitamente más sencillo evitar que surjan problemas de comportamiento que resolverlos una vez aparecidos. Tal y como dice Santi Vidal de MASQUEGUAU “el buen problema de conducta es aquel que nunca aparece” (pido disculpas si no lo transcribo exactamente igual).
El presente escrito pretende clarificar una serie de conceptos sobre adiestramiento y pautas básicas para hacer la vida del animal más agradable y así conseguir que toda la familia disfrute al máximo de su compañía.
El estrés canino es un concepto que debemos conocer para poder ayudar a un perro a adaptarse a su nuevo entorno y poder así realizar un adiestramiento básico adecuado. El estrés en un perro es una respuesta adaptativa del organismo frente a un cambio en el entorno.
Cuando las condiciones de vida no son las más adecuadas (como en una protectora), un perro puede sufrir de estrés, lo que puede derivar en problemas de conducta. Si a esto añadimos el cambio de domicilio al adoptarlo, el perro va a estar estresado al llegar a su nuevo hogar. Si seguimos unas sencillas pautas, el estrés se reducirá sin demasiadas complicaciones.
1. Pautas en la protectora
Independientemente de si lo adoptamos en MODEPRAN, FELCAN, SVPAP u otra, debemos, dar un paseo relajante de 10-15 minutos con el perro antes de subirlo al coche.
Un paseo relajante consiste en llevarlo con una correa o cuerda de 2 m de longitud mínima dejándolo olisquear el entorno. Si tira de la correa, nos paramos hasta que deje de tirar (no importa cuánto andemos, lo importante es darle tranquilidad).
Procurar no hablarle mucho.
2. Pautas antes de subir a casa
Dar un paseo relajante de unos 30 minutos.
3. Pautas para reducción de estrés al llegar el perro a su nuevo hogar
· Dejar tranquilo al perro durante unos 3 días, es decir, no seguirle a ver qué hace, no intentar hacernos amigo de él, no abrazarle, no intentar acariciarlo si no quiere, etc. Si tenéis niños pequeños decirles que el perrito está enfermo y tiene que recuperarse. Lo mejor es esperarnos a que el perro decida acercarse a nosotros.
· Preparar la casa para evitar que cometa errores: eliminar de su alcance todo aquello que pueda romper y tenga valor o sea peligroso.
· Cuando tengamos que dejarlo solo, hacerlo ausentándonos de casa poco rato las primeras veces y aumentar este tiempo paulatinamente. Dejarlo en un lugar de la casa que no haya peligro de que rompa nada de valor ni peligroso (en la cocina por ejemplo).
· No hacerle caso en los 15 minutos antes de dejarlo solo.
· Saludarlo con tranquilidad y brevemente al llegar a casa, no hacerle más caso hasta que esté tranquilo.
· Darle dos paseos al día mínimo. No superar 60 minutos de paseo por día. Si es posible el perro debe ir suelto y debe poder relacionarse con otros perros. El paseo debe ser sin tensión de correa y agradable. Evitar que el perro adquiera niveles muy altos de excitación.
· Dónde colocar la cama del can: en cualquier lugar en el que pueda observarnos. No molestarle si está descansando.
· Darle estimulación mental:
q Juguetes tipo KONG o similar (que permitan poner comida dentro)
q Huesos de piel para morder
q Trabajo de olfato. 5 minutos, dos veces al día (tirarle premios o trocitos de salchicha por el suelo para que los encuentre olisqueando). Se puede hacer en casa y en la calle.
q Recomendamos asistir a alguna clase de educación canina en positivo
· Ignorarlo completamente cuando está excitado. Darle cosas agradables únicamente cuando está tranquilo (caricias, salir a la calle, juego…).
· Prevenir, en la medida de lo posible, las situaciones en que se estresa (aglomeraciones de gente, gritos, movimientos rápidos, tensión o nerviosismo por nuestra parte…).
· NO CASTIGARLE, NI REÑIRLE, NI GRITARLE, NI PEGARLE… Hemos de conseguir invertir nuestras energías en informar al perro de qué es lo que queremos de él (pedirle un comportamiento y premiarle cuando lo haga), en vez de informarle de qué es lo que no queremos que haga.
· No castigarle ni llamarle la atención NUNCA por algo que no esté haciendo en ese preciso momento. Si llegamos a casa y le reñimos por haber roto algo, pensará que le reñís por salir a saludaros. Los perros viven el presente y son incapaces de relacionar las consecuencias a un comportamiento si han pasado más de dos segundos.
· Darle de comer dos veces al día y antes de las comidas del dueño.
· Darle un lugar donde pueda estar tranquilo si quiere.
· Rutinas fijas (si es posible).
· Evitar caricias y manipulados incorrectos (ir directo hacia el perro, abalanzarnos sobre ellos, agacharnos sobre ellos, abrazos, subirlo en brazos, jugar peleando, inmovilizarlo…).
· Si tenemos niños, NUNCA dejarlos sin supervisión. Procurar que su relación sea tranquila y evitar que el niño agobie al perro.
· Aprendizaje de buenos hábitos de conducta higiénica: si es cachorro, darle de comer antes de salir a la calle (los cachorros siempre hacen caca o pis después de comer y dormir).
Darle un premio cuando lo haga en el sitio adecuado (periódico, empapador o calle).
Libro altamente recomendado:
El lenguaje de los perros. Las señales de calma.
4. Nociones básicas de educación
· Desconfiar de aquellos que basan su técnica en el castigo. El castigo aumenta mucho el estrés y si ya partimos de un perro estresado o muy sensible, muy probablemente obtendremos el resultado contrario al deseado.
· Un perro evalúa antes de realizar un comportamiento si reportará beneficios (comida, atenciones por parte del dueño, juego…), en caso de que obtenga beneficios aumentará la probabilidad de que vuelva a realizar el comportamiento. Por eso es importante evitar que “cometa errores” (como morder muebles, por ejemplo) por que si descubre que es agradable ese comportamiento, será difícil corregirlo.
· Coherencia y consistencia. Que las normas de convivencia sean fijas durante toda la vida del animal. Por ejemplo, no le dejemos subir a la cama cuando es cachorro si de adulto no le vamos a dejar.
· El buen humor, el sentido lúdico, la perseverancia, el afecto entre el instructor y su perro conforman el verdadero entramado sobre el que se asiente una educación eficaz.
· Un perro sometido a un adiestramiento excesivamente duro se repliega sobre sí mismo y acrecienta su resistencia, dominar una voluntad por la fuerza es lograr un triunfo momentáneo pero nunca definitivo.
· Si un perro se esfuerza por participar en el adiestramiento es para complacer a su amo, para ser más querido y mejor tratado por él.
· El adiestramiento es enseñanza, no doma.
· Los perros no comprenden las palabras que se les dirigen, pero comprenden de modo global el sentido del discurso a través de la actitud y, sobre todo, del tono de voz. Es esencial mantener siempre la calma.
· En la 1era etapa del adiestramiento, lo que se pretende es que el perro aprenda a comprender la asociación existente entre la señal verbal impartida y su ejecución.
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